El suelo pélvico en los hombres, ¿cómo fortalecerlo?
Aunque el trabajo del suelo pélvico suele estar más enfocado a las mujeres, los hombres también deben trabajar esta parte de su cuerpo. A pesar de que no pasen por la experiencia del embarazo ni el parto, con el paso de los años el suelo pélvico masculino también puede debilitarse y desencadenar una serie de problemas que afecten a su calidad de vida, según informa ‘20 Minutos‘.
Como indican algunos estudios, el suelo pélvico está constituido por “músculos, ligamentos, tejido conectivo y nervios, que en conjunto otorgan un soporte adecuado y un control dinámico del útero, vagina, vejiga, uretra y ano”. Sin embargo, al igual que otros músculos del cuerpo, si no se trabajan, terminan debilitándose.
Además, someterse a una cirugía anorrectal, sufrir infecciones en la próstata y uretra, tener estreñimiento crónico o alguna anomalía congénita también pueden afectar al suelo pélvico, según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.
Y hay que tener cuidado con los deportes de alto impacto (crossfit, baloncesto, running) ya que pueden debilitarlo, tal y como indica el artículo Reeducación del suelo pélvico.
Consecuencias de un suelo pélvico debilitado
Las consecuencias de un suelo pélvico debilitado son la incontinencia urinaria y la incontinencia fecal o gases en los casos más graves. Asimismo, pueden surgir problemas de disfunción sexual que provoquen serias dificultades para mantener relaciones sexuales satisfactorias. El dolor pélvico crónico, en ocasiones, está también relacionado.
Aunque la incontinencia urinaria y las disfunciones sexuales son los primeros síntomas que pueden aparecer, es recomendable no esperar a que se manifiesten para empezar a trabajar el suelo pélvico. De esta forma, se evitará que afecte a la calidad de vida y que los esfuerzos para fortalecerlo tengan que ser mucho mayores.
¿Dónde está el suelo pélvico en los hombres?
Para identificar el suelo pélvico en los hombres el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento recomienda hacerlo, la primera vez, en el baño durante la micción, parando el flujo de la orina. Esos músculos que permiten cortar la micción y que, después, se relajan para que esta prosiga forman parte del suelo pélvico.
No se recomienda trabajar los músculos del suelo pélvico de esta manera, sino que esto debe ser algo puntual para identificar cuáles son. En caso contrario, pueden empezar a producirse infecciones de orina con mayor frecuencia.
Formas de trabajar el suelo pélvico
Una vez ya hemos detectado cuáles son los músculos que debemos trabajar, existen varias formas de entrenarlos. Los ejercicios kegel están muy recomendados porque son eficaces. No obstante, es imprescindible que empiecen a formar parte de nuestra rutina diaria para comenzar a ver resultados.
- Con la vejiga vacía debemos acostarnos bocarriba con las rodillas separadas y dobladas.
- Apretaremos los músculos pélvicos y contaremos hasta tres.
- Relajaremos los músculos pélvicos volviendo a contar hasta tres.
- Haremos esto 10 veces.
Es importante practicar este ejercicio por la mañana, a mediodía y por la noche, en total, unas tres veces. Sin embargo, puede sustituirse uno de estos ejercicios por una clase de pilates. Según la Universidad de Extremadura, esta actividad es “altamente recomendable para fortalecer los músculos lumbares y pélvicos”. La mayoría de los ejercicios en pilates para trabajar el suelo pélvico se realizan con pelota. Algunos de ellos son los siguientes:
- Ejercicio 1: sentados encima de la pelota con la espalda recta y las piernas ligeramente abiertas, pondremos nuestras manos en la cintura. Contraeremos los músculos del suelo pélvico y realizaremos un círculo con la cintura. El resto del cuerpo no se debe mover. Cuando lleguemos al punto de inicio, relajaremos los músculos.
- Ejercicio 2: acostados en el suelo pondremos nuestras piernas estiradas sobre la pelota. Elevaremos las caderas contrayendo los músculos del suelo pélvico, contaremos hasta tres y volveremos a la posición inicial relajando los músculos.
Recordemos que es conveniente empezar a trabajar el suelo pélvico lo antes posible y que esto es necesario tanto para los hombres como para las mujeres. De esta forma, se prevendrán las consecuencias mencionadas anteriormente causadas por una falta de atención hacia esta parte de nuestro cuerpo tan importante.